El turismo es como los colores. Verde para los que practican el turismo rural, rosa para las escapadas románticas, azul para los cruceristas… Sí, podemos afirmar que hay tantos gustos como colores, pero hoy no venimos a hablar de colores sino de turismo y, mas concretamente de la segmentación del mercado turístico, un elemento clave para el desarrollo de vuestra destinación, producto o servicio turístico.
1.000 millones de turistas, 1.000 millones de oportunidades
El sector turístico se encuentra en un punto totalmente fraccionado. Existe una gran variedad de turistas (senderistas, turismo familiar, parejas, foddies…) productos (escapadas, citybreaks, paquetes turísticos…) o servicios (excursiones, asistencias, hoteles, campings…) y, se nos presenta un reto muy grande al desarrollar una estrategia comunicativa para motivarlos a descubrir una destinación, producto o servicio turístico si no lo tenemos bien definido e identificado.
Las tipologías turísticas son cambiantes y es necesario dividir el mercado en grupos homogéneos, más pequeños, de consumidores con las mismas características. Así los miembros de cada grupo tendrán un comportamiento y unas necesidades semblantes y será mas fácil poder adaptarnos a ellos.
Pero ¿y cómo se segmenta?
Todas las técnicas de segmentación turística empiezan con la observación y estudio de la población que se quiere estimular, para después buscar diferentes criterios por grupos que tengan características comunes.
Por ejemplo, podemos sementar el mercado por perfiles turísticos y dentro de este grupo podemos integrar:
- Parejas
- Familias
- Seniors
- Grupos
- Activos
- Millenials
- Teens
- Gourmets
- Turismo accesible
- ...
O bien en el caso de las destinaciones turísticas, podemos segmentar por oferta de servicios y productos turísticos:
- Ocio
- Turismo activo
- Espacios naturales
- Cultura e historia
- Patrimonio
- Alojamiento
- Restaurantes
- …
Una vez tenemos la primera segmentación, podemos escalar un peldaño más y crear un segmento dentro de otro, por ejemplo, en el caso de los activos lo podemos segmentar en ciclistas, runners, atletas, senderistas…
Así pues, existen muchos criterios que, en base a su finalidad pueden identificar perfiles con varios comportamientos. La clave estará en saber segmentar bien nuestro público para desarrollar unas estrategias comunicativas concretas para persuadirlos y motivarlos a descubrir la destinación, producto o servicio turístico.